El sector turístico asturiano tira los precios para la inminente Semana Santa. Alojarse en el cinco estrellas más emblemático de la región, donde duermen los Príncipes de Asturias cuando visitan la región, cuesta 485 euros por pareja. Es decir, por poco más de 80 euros al día por persona se pueden pasar las primeras vacaciones del año en el Hotel Reconquista de Oviedo o, lo que es lo mismo, en los alojamientos, o parecidos, que ocuparon personajes tan dispares como Lula da Silva, Stephen Hawkings o Pedro Almodóvar. Incluso Pe. Si el cliente quiere incluir el desayuno en la tarifa vacacional, el precio total por los cuatro días, impuestos incluidos, asciende a 595. Menos de cien euros por persona y día.
Ése es uno de los ejemplos de las rebajas que la industria del ocio asturiana está aplicando a sus tarifas, que «no sólo están congeladas desde hace dos años», aseguran las patronales urbanas y rurales del sector, sino que este año, por primera vez, la Semana Santa «no está excluida de las ofertas, sino que se hacen específicamente para ella».
Por ejemplo, el 5% de descuento que se aplica, directamente, en la web de la central de reservas de hoteles en Asturias, donde se encuentra la mencionada tarifa del Reconquista, o la posibilidad de ocupar otros 5 estrellas ovetenses por 294 euros, también las tres principales noches de la Semana Santa, o el Parador Nacional Molino Viejo de Gijón por 526. Con desayuno.
Los hoteles rurales y casas de aldea aplican la misma política, por lo que se puede reservar «una casa completa, con capacidad para cuatro o seis personas» por 60 euros al día «y otras ofertas complementarias». Así lo explica Adriano Berdasco, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur), que como Javier Orta, portavoz de Hostelería de Asturias, afirma que «no sólo las tarifas tienen descuentos, sino que el precio final incluye muchos más servicios, ya sea desayuno, o entradas a museos o el regalo de una actividad».
69 euros de caja
El motivo de tanta oferta es que, a poco menos de tres semanas del inicio de la Semana Santa, el nivel de reservas no llega al 20% en los hoteles urbanos ni al 40% en los rurales. Gráficamente, Berdasco explica que «el teléfono no suena nunca. Creo que va a ser una de las peores temporadas que hemos tenido».
El descenso en las peticiones «hay hoteles que no han recibido ni una llamada» y otros que, «por primera vez, han tenido un fin de semana sin ningún cliente», estriba, explican ambos, en la omnipresente crisis económica de la que Orta, afirma, «aún no ha tocado fondo en el turismo asturiano». Según sus informes, «no estamos rebotando de la caída, sino que estamos bajando y, ¡ojalá me equivoque!, pero creo que lo peor está por venir».
De hecho, augura que, este año, «no creo que tengamos los llenos de otras épocas», no sólo en los hoteles, «sino, tampoco, en los restaurantes». Muchos de los establecimientos hosteleros multiplican ya los menús del día y han convertido en continuo el horario de sus cocinas «para rentabilizar la plantilla que, a costa de muchos esfuerzos, los empresarios asturianos siguen manteniendo».
Y eso, con cajas de «69 euros un domingo», como ha ocurrido en algún establecimiento del centro de la región «que, sin embargo, ese mismo día tenía trabajando a su plantilla: siete empleados».
A este panorama de «de retraimiento en el gasto», suman los empresarios «el temor a que den mal tiempo». La lluvia convertirá en papel mojado las reservas.
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